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De cuentos y lenguas: la semilla

16/09/2022 - blog

Aunque no estoy segura de si aún me queda algún zapato de hierro por gastar, tal y como decía en mi último post de hace, exactamente, ocho meses y medio, por lo que parece, los cuentos han vuelto a asomar tímidamente en mi nueva vida con un proyecto de narración que ha sobrevivido a la pandemia y me ha permitido reencontrarme de nuevo con lo que más amo en el mundo: el arte de contar historias.

Pero antes de eso quería poneros en antecedentes recordando )babel 0.1(, un laboratorio de narración multilingüe que organicé con ANIN en 2017 y que fue en cierto modo la semilla que hizo brotar mi interés por el proyecto europeo ENSST. Quería poner aquí el enlace al artículo que escribí, publicado en la revista de narración Tantágora, pero acabo de descubrir que ya no está disponible para navegantes, así que aprovecho la ocasión para sacarlo a flote como entrada en mi blog… y en la próxima entrada os sigo contando. De momento solo deciros que es un placer estar aquí de nuevo.

informe proyecto )babel( 0.1, ANIN – Susana Tornero – Barcelona, diciembre de 2017

introducción
¿Cómo puede un narrador hacer llegar sus cuentos a un público que desconoce su lengua? ¿Es posible hacer desaparecer la figura del «traductor»? ¿Qué sucede cuando hay más de dos lenguas en juego? ¿Y más de dos narradores? ¿Cómo puede enriquecer eso nuestro trabajo artístico? ¿Cómo lo recibirá un público de un entorno monolingüe, bilingüe, multilingüe…? ¿Existen fórmulas o recetas que podamos explorar o aplicar a nuestro contexto de narración habitual? ¿Puede servir para introducir la narración en nuevos ámbitos? ¿Es la narración multilingüe un mundo de posibilidades, o es tan solo una utopía?
Estas y muchas otras preguntas son las que han impulsado )babel( 0.1, un laboratorio organizado por ANIN (Associació de Narradores i Narradors), gracias a la colaboración de diferentes asociaciones de narración nacionales e internacionales, una red de personas que tejiendo ganas, esfuerzo e ilusión, reunió en Barcelona los días 24 y 25 de noviembre un grupo de narradoras y narradores de diferentes lenguas y culturas para experimentar con la narración oral multilingüe y reflexionar sobre ello.

precedentes
En la conferencia de la FEST (Federation of European Storytelling) de 2016, que tuvo lugar en Francia, asistí como representante de ANIN con un borrador de proyecto bajo el brazo: el proyecto )babel(. La idea era poner sobre la mesa la cuestión de narrar ante un público de una lengua diferente a la del narrador, y hallar nuevas posibilidades para que la «traducción» se volviera invisible, transformándola en una parte de la creación artística, mediante el trabajo colaborativo de diversos narradores en lenguas diferentes.
Este borrador brotó del intercambio de impresiones con el grupo de trabajo de FEST de ANIN, así como con otros miembros de la asociación que trabajan con varias lenguas. También obedecía a nuestro empeño en favorecer la participación de ANIN en el ámbito europeo de modo que la diversidad lingüística no representara un problema, sino un valor añadido.
En un contexto lingüístico de dos o más lenguas como el que vivimos en nuestro país, la narración multilingüe es un recurso muy a tener en cuenta. De hecho, hay narradores que llevan muchísimos años trabajando en dúos de narración bilingüe. Tim Bowley con Casilda Regueiro, y también con Charo Pita, fueron los pioneros con su propuesta de narración bilingüe en nuestro país, veinte años atrás. Otros ejemplos son también Monika Klose e Ignasi Potrony en alemán/catalán, y yo misma con Ignasi Potrony en catalán/castellano. Sin embargo, hasta ahora no nos habíamos planteado que esta podría ser una vía de colaboración con narradores que vinieran de lejos para contar aquí en su propia lengua.

En la conferencia de París descubrí que en Francia también había narradores que llevaban tiempo trabajando en esta línea: Antonietta Pizzorno y Frida Morrone de la asociación francesa APAC (Association Professionelle des Artistes Conteurs) dirigieron en el marco de la conferencia de la federación un pequeño taller práctico bajo el nombre «Cuentos y traducción», donde un grupo de narradores de diferentes lenguas y orígenes tuvimos la ocasión de trabajar por parejas, y pudimos escuchar propuestas narrativas en dos lenguas de una calidad sorprendente en un tiempo de preparación  muy breve.
Después de esta experiencia tan positiva, seguimos en contacto, pensando de qué forma podríamos investigar esta línea de trabajo. Intentamos presentar )babel( como un proyecto europeo con diferentes países socios. Lamentablemente, el acceso a ayudas europeas para las asociaciones que no cuentan con personal asalariado que se pueda encargar del trabajo burocrático, como es nuestro caso, está lleno de obstáculos. Descubrir que carecíamos de experiencia y medios para seguir este camino nos desanimó bastante.

Sin embargo, esto no nos hizo abandonar: decidimos empezar el proyecto poco a poco e ir animando a otros por el camino. Así que proyectamos un laboratorio modesto, a nuestra medida. Para ello invitamos a la APAC a que aportara el espíritu del aprendizaje colectivo que tanto nos gustó de la conferencia en París (los llamados «Actes Collectifs de l’APAC»), para conocer in situ su savoir faire en este ámbito a través del taller de narración y traducción dinamizado por Antonietta Pizzorno.
Por nuestra parte, en ANIN ofrecimos un espacio de experimentación a más de dos voces, y también aprovechamos la ocasión para buscar la complicidad de MANO (Asociación Madrileña de Narración Oral) y AEDA (Asociación Profesional de la Narración Oral en España), asociaciones con las que hacía tiempo teníamos ganas de colaborar, abriendo la convocatoria a sus miembros. Y para crear un espacio de reflexión y discusión sobre el tema, invitamos a Charo Pita de AEDA y Brigitte Arnaudies de MANO tanto a participar en el laboratorio como a aportar su perspectiva en una mesa redonda junto con Antonietta Pizzorno y Alicia Fuentes-Calle, de Linguapax, y moderada por ANIN. Decidimos también hacer difusión del laboratorio en el marco de la FEST, y abrirlo a todos los narradores interesados tanto dentro como fuera de la federación, para poder abarcar la mayor diversidad posible de lenguas y formas de narrar. Y esperamos…

No tuvimos que esperar mucho: la convocatoria salió en septiembre, y a final de mes ya habíamos cubierto todas las plazas, así que decidimos ampliar un poco el aforo para poder permitir un mayor número de participantes. Y a finales de noviembre, el laboratorio se puso en marcha. He aquí el informe del laboratorio: gracias a todos los participantes y al «equipo )babel(» de ANIN por enriquecerlo con fotos, notas y reflexiones. Todas las aportaciones que puedan ampliar y mejorar el presente texto serán bienvenidas.

el laboratorio 0.1
viernes 24, mañana
Finalmente asistieron al laboratorio 17 narradores de cinco asociaciones diferentes (APAC, Society of Storytelling, MANO, AEDA y ANIN),  que contaron combinando en grupos de 2, 3 o 4 narradores un total de 8 lenguas: alemán, castellano, catalán, francés, gallego, gun, inglés e italiano.

Después de las presentaciones de rigor, los narradores se distribuyeron procurando que hubiera diversidad lingüística, formando 5 parejas de narradores y un grupo de 3 narradoras. Decidimos que las lenguas de comunicación serían en principio castellano y francés, pues todos los participantes entendían al menos una de las dos lenguas, y que entre todos los que dominábamos varios idiomas procuraríamos traducir cuando surgieran problemas de comprensión.

Antonietta se encargó de las parejas: empezó realizando un calentamiento basado en ejercicios corporales (respiración conjunta, contagio de movimientos, espejo…) con las parejas de narración. Su propuesta busca que un narrador adopte el papel «traductor» del otro, procurando que la traducción pase a formar parte de la propuesta de narración. La propuesta permite también el juego o intercambio de roles, aunque debe prevalecer quién toma el papel de narrador y quién el de traductor.

Después del calentamiento y sentar algunas bases, Antonieta pidió a cada pareja que buscara un lugar para trabajar por su cuenta sobre un cuento breve. Elegimos el Pati Llimona para el laboratorio porque se prestaba maravillosamente a esto, pues está lleno de rincones donde buscar tranquilidad a la hora de trabajar en grupos o parejas.

Por mi parte, me ocupé del grupo de 3 narradoras. La propuesta no contemplaba calentamiento previo, sino que pretendía buscar directamente fórmulas para 3 narradores (A, B y C), donde A narra en una lengua desconocida para el público, B narra en una lengua que el público entiende perfectamente, y C narra en una lengua que el público conoce parcialmente. La idea era probar si A puede contar con la ayuda de B y C para un público que desconoce su lengua, y si se puede conseguir que la figura del traductor desaparezca también, pero en este caso, repartiéndola entre varios narradores. En este enfoque  no nos encontramos con una división de roles narrador/traductor, sino como un puzle formado por piezas elaboradas por los narradores, y que al unirlas, forman el cuento para que pueda ser entendido por público de diferentes idiomas. Visto así, se trata de enlazar piezas que permitan «ver» el cuento. No pasa nada si falta alguna pieza, pero tienen que haber las suficientes  en el idioma del público como para poder seguir la historia y disfrutarla. También queríamos comprobar si los narradores se sentían cómodos con este modo de contar y lo podían aplicar a su realidad. A modo de disparador, elaboré un juego de 10 tarjetas con diferentes fórmulas: algunas proponían fórmulas que he visto utilizar a otros narradores o he aplicado yo misma, mientras que otras las encontré en bibliografía sobre el tema. Las narradoras podían optar por seguirlas o no, cambiarlas al gusto, añadir otras… pues solo era un punto de partida para ponerse en «modo de juego». Las narradoras eligieron 4, y a medida que trabajaban a su aire, me mantuve cerca para guiarlas si era necesario y ver su trabajo desde fuera.
Después de trabajar tres cuartos de hora con ambas propuestas, nos reunimos todos en la sala para ver lo que había surgido. A continuación se enumeran los trabajos y algunas observaciones y reflexiones.

Monika Klose (alemán) + Nathalie Leone (francés)
Cuento: Los monjes y el voto de silencio
Primero la narración era consecutiva, casi frase por frase, pues tal como nos explicaron después, pensaron que era la mejor forma de introducir la historia ante un público que no entendía alemán. A medida que avanzaba la historia, la traducción ya no fue tan estricta. Nathalie daba pinceladas de contenido, sin repetir todo lo que contaba Monika, y procurando emplear otras palabras. Había mucho juego en la similitud de la postura y el gesto. En un cuento donde la importancia del silencio era vital, las pausas de silencio se intensificaron exponencialmente por el hecho de ser dos narradoras. En el momento del clímax del cuento, la traductora asumió brevemente el papel de narradora, avanzando el francés. Reflexión: los silencios compartidos se intensifican.

Sherezade Bardají (gallego) + Patricia McGill (castellano) + Catherine Favret (francés)
Cuento: Guarda bien los secretos (fragmento)
Jugaron muy bien a combinar las diferentes fórmulas que habían elegido: primero cada narradora añadía algo más que no había dicho la anterior, luego pasaron a traducir solo palabras clave con gestos (por ejemplo, cortar leña), y con esos cambios  captaban el interés. Contar el clímax al unísono, de forma coral, resultó muy acertado para dar dramatismo a esa parte del cuento. La propuesta daba pie a disfrutar de los diferentes idiomas y comparar su musicalidad.
Reflexión: la importancia de ir variando las técnicas para conseguir un buen ritmo que enganche al público.

Martin Manasse (inglés) + Alexandra Ré (francés)
Cuento: El deseo del unicornio
Al principio contaban en frases cortas, luego en párrafos más largos. En un momento dado contaron al mismo tiempo, jugando a salir del cuento, creándose una gran complicidad. Había química entre los dos, en sus movimientos.
Reflexión: la importancia de acompasar las energías, de llegar a un equilibrio entre las energías de los dos narradores.

Rosa Pinyol (catalán) + Brigitte Arnaudies (francés)
Cuento: las 3 hijas y las faldas + 3 hijas de la reina
Propusieron dos cuentos rimados muy breves, lo cual era un reto considerable. Fue muy interesante el juego de manos, de frases hechas, de sonoridades y rimas entre las lenguas. Antonietta sugirió que añadieran un toque final en la traducción al francés, cerrándola también con una rima, que por las prisas fue difícil de hallar, pero que seguramente con más tiempo sería posible, pues el resto de las rimas y juegos de palabras estaban perfectos, gracias a la proximidad entre ambos idiomas. Las energías de las dos narradoras estaban muy equilibradas. Reflexión: Probar a jugar con la rima en ambos idiomas, si las lenguas lo permiten.

Irma Helou (francés) + Simone Negrin (italiano)
Cuento: La manta para dos
Mientras contaban el cuento, establecieron un juego entre ellos, como de conversación, e incluso de pelea en algunos momentos, como si salieran del cuento para discutir el argumento de la historia. Había mucha complicidad, se movían mucho por el espacio y combinaron muy bien los momentos de repetir una frase para darle énfasis, como si conversaran entre ellos, para dar un espacio a la traducción, pero sin perder de vista al público. El final quizás valiera la pena componerlo un poco. Reflexión: la conversación es una táctica interesante, pero hay que evitar abusar de ella para no alargar innecesariamente el cuento.

Agnès Agboton (gun) + Andrea Ortuzar (castellano)
Cuento: Hué y Sun (el sol y la luna)
Agnès contaba en gun, una lengua de Benin que nadie más conocía en la sala, y Andrea traducía al castellano. El contraste de sus energías era muy interesante: Agnès de forma muy introvertida, desde la tranquilidad; se colocaba de lado, dejando el centro del espacio para Andrea, y Andrea contaba de forma más expansiva, con gestos más grandes, mirando a Agnès, hacia arriba, al público… Después estuvimos reflexionando sobre eso, y alguien dijo que quizás Andrea era tan expansiva porque el público dependía de ella, ya que nadie excepto Agnès entendía la lengua gun: ambas habían acordado pequeños gestos para saber en qué punto de la historia estaban. Theresa hizo la observación de que Andrea hacía los dos papeles a la vez, de narradora y traductora.
Entonces Andrea nos contó una anécdota que nos ayudó a entender más lo que sucedía: ella propuso a Agnès un cuento africano que cuenta habitualmente, y resulta que es un cuento recopilado por Agnès, así que decidieron trabajarlo, pero Andrea lo tenía muy interiorizado, de ahí la mezcla de roles. Antonietta insistió mucho en que ambas narradoras debían mirar al público, que este detalle era imprescindible. Sin embargo, se comentó que en algunas culturas eso no es necesario, e incluso puede llegar a considerarse inapropiado.
Reflexión: Hay que tener muy en cuenta desde dónde cuenta el narrador, es decir, sus formas culturales de contar, y también a quién y con quién cuenta (considerando también el público y sus formas culturales dentro del «con quién»).

Theresa Amoon (inglés y francés) + Margarita Borràs (catalán y castellano)
Cuentos: El espejo (inglés y catalán) y Los pantalones remendados (castellano y francés)
El juego de movimientos, el cambio de lenguas y el solapamiento del final daba un juego muy interesante y acentuaba el humor.
Alexandra comentó que le gustó no entenderlo todo, sobre todo el hecho de tener que esperar un momento para entender el chiste de los que reían antes por haber entendido el castellano, y comentó que eso de tener un público a 2 tiempos era un valor añadido.
Ahí me pareció pertinente comentar un detalle que leí en el libro Tell the World, de Margaret McLeod, una recopilación de artículos sobre narración en varios idiomas que me recomendó Antonietta en París. Algunos narradores en Estados Unidos que narran para un público en el que hay personas de habla hispana, como Olga Yola o Joe Hayes, a veces dan la información antes en español para que así los hispanos rían antes y sientan que por una vez llevan ventaja en una sociedad donde todo lo que les rodea está en inglés, lo cual a menudo les hace sentir como ciudadanos «de segunda». Es una forma de darles mayor visibilidad, fortalecer su identidad, y no hacerlos sentir rezagados, y mitigar la frustración cuando por el hecho de no poder expresarte con total claridad en la lengua dominante la gente no da tanta credibilidad a tus palabras, no te ve como un igual.
Reflexión: Importancia de cuidar el final, y posibilidad de ofrecerlo al público de lenguas minoritarias primero para propiciar una reacción a dos tiempos.
Ahí me pareció pertinente comentar un detalle que leí en el libro Tell the World, de Margaret McLeod, una recopilación de artículos sobre narración en varios idiomas que me recomendó Antonietta en París. Algunos narradores en Estados Unidos que narran para un público en el que hay personas de habla hispana, como Olga Yola o Joe Hayes, a veces dan la información antes en español para que así los hispanos rían antes y sientan que por una vez llevan ventaja en una sociedad donde todo lo que les rodea está en inglés, lo cual a menudo les hace sentir como ciudadanos «de segunda». Es una forma de darles mayor visibilidad, fortalecer su identidad, y no hacerlos sentir rezagados, y mitigar la frustración cuando por el hecho de no poder expresarte con total claridad en la lengua dominante la gente no da tanta credibilidad a tus palabras, no te ve como un igual.
Reflexión: Importancia de cuidar el final, y posibilidad de ofrecerlo al público de lenguas minoritarias primero para propiciar una reacción a dos tiempos.

Una vez finalizado el intercambio de impresiones, nos fuimos a comer en feliz mezcolanza lingüística.

viernes 25, tarde
Por la tarde, los narradores volvieron a mezclarse nuevamente, formando 3 parejas, 1 grupo de 3 y otro de 4. Antonietta pidió a las parejas trabajar con cuentos algo más largos.
En cuanto a los grupos, esta vez les entregué las tarjetas de fórmulas para que las utilizaran a su libre albedrío, sin marcarles ninguna pauta más allá de las instrucciones básicas. A continuación, el comentario de los trabajos que surgieron en esta segunda tanda.

Agnès Agboton (gun) + Theresa Amoon (francés e inglés)
Cuento: Las coesposas Yao y Yale
Un trabajo que nos impresionó a todos, combinando narración con un canto y un ritmo compartidos: Theresa contaba y cantaba desde la cabeza, y Agnès desde el vientre. La primera hacia afuera, la otra hacia dentro, su voz era casi un susurro, a veces no la oíamos con las orejas, pero sí con la energía que desprendía. Había un timbre, una sonoridad y una escucha atenta por parte de Theresa, quien refrendaba lo que decía Agnès con un «hm!», muy al estilo no solo de la narración, sino de la forma hablar de muchas lenguas africanas. Todo el cuento se sustentaba en la música, en el ritmo, y había una gran ternura en la forma de escuchar el cuento de Theresa, que alternaba el francés y el inglés. Al acabar ella comentó que había sido un verdadero regalo, y le dio las gracias a Agnès por compartirlo.
Reflexión: la escucha atenta por parte de quien traduce amplifica la escucha del cuento en la lengua desconocida.

Sherezade Bardají (catalán) + Simone Negrin (italiano)
Cuento: Cuando los penes crecían en los árboles
Si en el cuento anterior pudimos apreciar el juego entre dos energías narrativas que contrastan, aquí vimos dos  energías narrativas que se complementan. Shere dibujaba el trazo y Simone añadía el color. En un momento dado intercambiaron los papeles, Simone tomó el rol de narrador, y Shere le dio permiso para que llevara el cuento. A partir de ahí lo contaron hasta el final alternando y compartiendo papeles, de una forma fluida, como si hubieran contado el cuento muchas veces juntos.
Luego nos dijeron que precisamente solo habían tenido tiempo de trabajar el cuento hasta el punto en que se produjo el intercambio de roles: a partir de ahí todo había sido improvisación.
Comentaron lo importante que era por parte del narrador dejar entrar al otro en tu cuento, ser capaz de soltarlo y compartirlo para que sucedan cosas, y por parte del traductor, encontrar la forma de transitarlo con respeto. Sherezade también añadió que el ejercicio de narración a tres con las tarjetas de las fórmulas en el que había participado por la mañana le había servido para poder proponer a Simone diferentes juegos, y eso les había ayudado en su trabajo. Simone aportó interesantes recursos teatrales, en especial de utilización del espacio,como por ejemplo, el momento en que ambos empezaron a dar vueltas alrededor de un árbol que dibujaron ante nosotros con el puro movimiento. Alexandra comentó que ahí quedaba claro que el idioma no es lo más importante en nuestro trabajo, pues a pesar de que ella no entendía ninguno de los dos idiomas empleados en la narración, había entendido todo el cuento.
Reflexión: la importancia de dar permiso al otro para transitar tu cuento.

Alexandra Ré (francés) + Rosa Pinyol (catalán) + Andrea Ortúzar (castellano) + Margarita Borràs (catalán)
Cuento: El abuelo, el niño y el burro
La elección del 3 para el planteamiento de los ejercicios multilingües no era al azar: intuía que un número impar ayudaría más a romper los esquemas de la traducción clásica y a buscar otras alternativas más inusuales. Sin embargo, el viernes por la tarde había más gente que quería formar grupos, así que tuvimos que formar un grupo de 4, en el que 2 de las 4 narradoras contaban en el mismo idioma (catalán).
Contar a 4 voces un cuento popular de repetición sin que resultara reiterado era casi misión imposible, pues siempre se llega a un punto en el que la traducción se vuelve innecesaria.
Sin embargo, las cuatro narradoras estaban en «modo de juego» y había una gran complicidad. Un punto a favor fue que las dos narradoras que contaban en catalán se situaran en los dos extremos, ofreciendo dos versiones de la jugada. Los momentos teatrales de complicidad también tenían su atractivo, aunque según Antonietta, no debían mirar todo el rato a las compañeras, sino al público. Ignasi Potrony señaló que la onomatopeya final a cuatro voces tenía una gran potencia.
Seguramente con un trabajo más profundo se podría haber conseguido sacarle mucho más partido, o guiándolas como al grupo de la mañana. En realidad fue una mezcla de las dos propuestas, pues había mucho de narración/traducción en pareja, y no tanto de compartir la narración entre todas. Me pregunto si no sería por el hecho de ser 4 y no 3, habría que hacer más ejercicios para corroborar eso. Un punto interesante fue descubrir cómo habían utilizado las tarjetas: primero habían hecho pruebas, y luego habían mirado si coincidían con las tarjetas.

Martin Manasse (inglés) + Irma Helou (català) + Nathalie Leone (francés)
Cuento: El Hijo, el Dinero y la Paciencia
Este ejercicio fue también un reto importante para los narradores, que nos dio pie a reflexionar por qué era tan difícil seguir el cuento a pesar de conocer los idiomas en juego. Cabe añadir que aparecían personajes muy abstractos (Dinero, Paciencia), y Martin comentó después que no solía dar demasiados detalles sobre el personaje de la paciencia de forma deliberada. Antonietta dijo que faltaba la figura del traductor. Catherine comentó que más que un traductor, faltaba que alguno de los tres diera la trama para que el público supiera a quién seguir. Theresa, sin embargo, comentó que eso no era necesario, pero sí que valía la pena detenerse allí y ver las técnicas utilizadas.
Entonces Nathalie comentó que habían intentado utilizar todas las tarjetas (un total de 10) en el cuento, y seguramente eso había sido demasiado. Fue un ejercicio muy útil, pues sirvió para plantearnos los límites y salir de la zona de confort. Después de ver este ejercicio, y también el del grupo de 4, quedó claro que para trabajar así es necesario que haya alguien que guíe el trabajo desde fuera, para tener perspectiva, ver cómo se va formando el «puzzle» de la historia y valorar si lo podrá seguir el público, tal y como hice con el primer grupo de 3. También sirvió para corroborar el éxito del método del grupo de la mañana: centrarse en unas pocas fórmulas para afianzarlas, dando así al público tiempo para conocerlas y disfrutarlas. Era un trabajo difícil y hay que agradecer las ganas y la entrega de todos.

Brigitte Arnaudies (francés) + Catherine Favret (castellano)
Cuento: El muchacho invisible
El mismo cuento desde dos perspectivas: daban dos visiones distintas de la historia y eso lo hacía especialmente atractivo. Su propuesta dio lugar a un interesante debate sobre diferentes puntos de vista en lo que respecta a la presencia escénica, de si es necesario estar «activos» o no mientras el otro cuenta. Para Antonietta ambos narradores tenían que estar siempre «activos». Había quien veía la inactividad como algo molesto, sin embargo, para otros era incluso una ayuda para concentrarse en el que contaba. Ignasi Potrony comentó que quizás en una propuesta de narración escénica o teatral, el tema de que el otro narrador permanezca siempre «activo» sea algo necesario, pero que sin embargo, en una velada de cuentos eso no es necesario, incluso totalmente prescindible. Reflexión: El modo de enfocar la presencia escénica depende de muchos factores, por lo que no existen soluciones únicas.

Sábado 25, mañana
Se ofreció la opción de profundizar más en alguno de los ejercicios del día anterior, o bien formar parejas nuevas, y al final elegir algunos cuentos para mostrar antes y/o durante la mesa redonda de la tarde. Todo el mundo optó por seguir experimentando. Antonietta sugirió elegir cuentos de estilos muy diferentes, e intentar jugar más con la posición y el espacio. Se formaron 6 parejas en total, cuyo trabajo se detalla a continuación.

Andrea Ortúzar (castellano) + Irma Helou (francés)
Cuento: La sombrilla mágica
Un cuento maravilloso adaptado a la vida real. Jugaron mucho con el espacio, y con la posición de la traductora, a veces de espaldas al público, dando otra dimensión al cuento: era como ver a la narradora por delante y por detrás a la vez. El juego de señalar por dónde pasaba el personaje del cuento con un movimiento en común era muy resultón. Ambas narradoras hicieron uso de sus recursos teatrales, en algún momento hubo intercambio de roles, y consiguieron momentos teatrales muy hilarantes, con algún guiño de intercambio de idiomas.
Reflexión: si se disponen de recursos para un buen uso del espacio, vale la pena aprovecharlos.

Theresa Amoon (francés) + Simone Negrin (italiano)
Cuento: el rap de las recetas
Más que una propuesta de cuentos y traducción, nos ofrecieron un trabajo de creación conjunto partiendo de una historia de vida que cuenta Theresa sobre recolección de historias en un distrito de París, a la que Simone añadió una parte sobre las recetas de cocina, y crearon un rap sobre los diferentes platos que se cocinan en ese barrio. Fue una experiencia musical extraordinaria, que esperamos que siga desarrollándose, y que corrobora el hecho de que el trabajo en común entre narradores de distintas lenguas, culturas y bagajes narrativos es una fuente de inspiración y motor de creación muy potente. Reflexión: explorar no solo el espacio físico, sino también el espacio sonoro.

Brigitte Arnaudies (francés) + Martin Manasse (inglés)
Cuento: Separación del cielo y la tierra
Para narrar este mito maorí, los narradores optaron por la armonización gestual: los gestos de uno se prolongaban en los gestos del otro, uniendo las manos para simbolizar la unión entre Rangi (el cielo) y Papa (la tierra). Los brazos de ambos eran los que marcaban el espacio, algo especialmente impactante en el momento de la expansión del cielo y la tierra. Reflexión: la importancia de estar bien compenetrados cuando hay acompañamiento de gestos y contacto físico.

Rosa Pinyol (catalán) + Alexandra Ré (francés)
Cuento: la princesa ratoncita
Alexandra propuso trabajar sin conocer el cuento a priori, e intentar traducirlo pese a no conocer el catalán, así que se limitaron a hablar un poco del cuento y trabajar juntas la conexión corporal. Alexandra traducía sobre la marcha, siguiendo de cerca a Rosa, moviéndose con ella por el espacio. Su actitud era realmente de estar al servicio de la narradora, quizás el ejemplo más claro de rol de traductora.  Con su actitud potenciaba aún más la forma de contar de Rosa, y la refrendaba. Al no conocer la historia, hubo algunos errores de traducción que sin embargo incorporó a la narración sin problemas y dieron mucho juego al público. Reflexión: se puede jugar con las equivocaciones si no afectan demasiado a la comprensión del cuento.
En este ejercicio el papel del traductor era mucho más complicado, pues tenía que intuir más o menos por donde va la narración, sobre todo cuando no hay tiempo de una preparación más exhaustiva. Antonietta comentó que el traductor no tiene que caer en la trampa de imitar el estilo, el tono o los gestos del narrador, aunque puede hacerlo puntualmente para subrayar un detalle.
Reflexión: la importancia del silencio entre narración y traducción, para dar espacio a la historia compartida.

Nathalie Leone (francés) + Patricia McGill (castellano)
Cuento: Historia de Esther
Más que una narración y una traducción, fue un cuento compartido por dos. Había una profunda compenetración en ambas y compartieron el tono del cuento con gran acierto, combinando una original utilización del espacio, caminando en círculo, como una coreografía sencilla y eficaz, narración escueta (diciendo casi lo mismo, como un eco) y delicadeza en los gestos.
Reflexión: la importancia de la compenetración y el respeto del tono del cuento a la hora de traspasarlo a otra lengua.

Margarita Borràs (català) + Catherine Favret (francés)
Cuento: La cosa que más daño hace del mundo
Tuvimos que interrumpir la presentación porque era la hora de cerrar del centro, así que no hubo tiempo para comentarla. Sin embargo, sirvió para poner sobre la mesa el tema de la gestión del tiempo, que si ya es importante en la narración individual, cobra mayor importancia a la hora de narrar a dos o más voces.

Charo Pita, a quien invitamos para la mesa redonda de la tarde, había llegado durante las presentaciones, así que pudo ver un poco del trabajo que había ido surgiendo del laboratorio. Me reuní con ella, Brigitte Arnaudies y Antonietta Pizzorno para organizar la mesa redonda de la tarde. Desgraciadamente, Alicia Fuentes-Calle, de Linguapax, que también estaba invitada a la mesa redonda, no pudo acudir hasta la tarde.

Sábado 25, tarde
muestra de cuentos + mesa redonda
La tarde pasó volando, pues costó un poco decidir qué ofrecer de muestra durante la mesa redonda: había tantas propuestas interesantes que se hacía difícil cuál elegir, y eso que no todos los narradores participantes estaban presentes. También se abrieron vías de discusión interesantes que hubo que dejar por falta de tiempo, lo cual muestra en cierto modo el interés por seguir profundizando en esta línea de trabajo.
A pesar de la difusión realizada, y seguramente debido también a las circunstancias especiales que estamos viviendo, no hubo mucha afluencia de público que no fuera del mundo de la narración. Habrá que valorar para futuros laboratorios si valdría la pena enmarcarlos en un evento que ya atraiga público, o bien plantearlos directamente sin una muestra ante el público, pues quizá el hecho de saber que hay una muestra final puede afectar al trabajo experimental.

Empezamos con una pequeña muestra de cuentos para poner en situación al público, y después me tocó moderar la mesa redonda, donde presenté los orígenes del proyecto )babel( desde ANIN, tal como se plantea al inicio del presente documento, y seguidamente pasé la palabra a Antonietta, de APAC, que nos habló del taller de cuentos y traducción en el marco de los actos colectivos de la APAC, y de su búsqueda por encontrar fórmulas para la narración en lenguas minoritarias (pues según ella, a parte del inglés, el resto de lenguas son todas minoritarias).

Después Brigitte Arnaudies, de MANO, nos habló desde su experiencia como narradora para personas que aprenden francés desde una perspectiva más pedagógica, y nos habló de la importancia de la repetición, del gesto, el tono de voz y la contextualización del cuento, del gran interés que muestra este público por entender lo que se narra, y de la relación de confianza y complicidad que se establece entre el narrador y el público.

Le tocó el turno entonces a Charo Pita, de AEDA, quien gracias a su amplia experiencia como narradora/traductora, nos dio algunas pinceladas que de algún modo resituaron todo lo que habíamos estado experimentando estos dos días.  Introdujo la idea del todo formado por el público, el narrador y el traductor, nos habló de la importancia del cuento como protagonista, y de su experiencia contando con Tim Bowley, Sophie Heydel y actualmente Patricia McGill, tres experiencias muy diferentes, debido a los diferentes estilos de estos tres narradores.

Con Sophie, predominio del cuerpo y el movimiento; con Patricia, la calma y la palabra, y con Tim, con quien contó muchísimos años, se desarrolló una gran compenetración, de manera que los gestos llegaron a ser los mismos. Su forma de ver la narración como una música me pareció especialmente acertada, quizás sea precisamente eso lo que hace atractiva la narración multilingüe, pues ofrece la posibilidad de unir músicas distintas en posibilidades infinitas.

Después habló Alicia Fuentes-Calle, la única invitada a la mesa redonda que no era narradora y nos comentó lo mucho que había disfrutado como público, y luego empezó a establecer conexiones con el panorama lingüístico mundial y el arte verbal. Nos comentó que en el mundo hay unos 6.000 idiomas en vía de extinción, algo que creo que nos impactó profundamente a más de uno. También nos habló de que la lengua y los rituales espirituales tienen una relación muy íntima, de la espiritualidad inherente los saludos, de la relación entre lengua y oración, de la semiótica de la escucha, de como en algunas culturas rezar es escuchar… Un idioma se basa en la organización del espacio, el tiempo y las relaciones de sus gentes: otra similitud con la narración. Y más conexiones al hablar de las engaged comunities y de la antropología lingüística, que se ocupa del habla y del canto, que no deja de ser el ámbito de la oralidad.

Seguimos con algunos cuentos más, y después las aportaciones del público propiciaron reflexiones muy interesantes, he aquí una muestra de ellas:

Para la narración y la traducción resulta importante la esencia del cuento, la relación entre los narradores y la escucha.

Está el público, el cuento, el narrador y el traductor, que también se tienen que escuchar el uno al otro.

La traducción de un cuento que se narra es un viaje al otro idioma (y según dijo Monika Klose, también un viaje a otra cultura).

A lo largo del laboratorio fuimos mezclando tanto los idiomas que a menudo ya no nos hacía falta la traducción, ni siquiera éramos conscientes de qué idioma estábamos escuchando, o incluso hablando.

Hay que tener muy en cuenta la duración de un cuento, pues es posible que según como se plantee la traducción, el tiempo se duplica. Sin embargo, si se trabaja sobre la eficacia del mensaje, a veces incluso el tiempo puede reducirse.

Al contar en dos idiomas se intensifican las «vibraciones»: la resonancia y el silencio. Por ejemplo, en el cuento de los 4 monjes, el silencio se multiplicó al ser compartido entre dos narradores.

El hecho de escuchar a dos narradores en dos idiomas contando la misma historia, cada uno con su estilo, su matiz particular, también sirve para que el público se dé permiso para hacer lo propio, y narrar de la forma y con la lengua que quiera expresarse.

La base para la narración multilingüe se basa en la colaboración, la generosidad y las ganas de descubrir, de conocer al otro, sus cuentos, sus lenguas, su forma de narrar.

Podríamos haber seguido hablando largo y tendido, pero el tiempo apremiaba, pues nos habían pedido desalojar la sala un poco antes de lo previsto, así que tocó despedirse. Y para finalizar ANIN había organizado una cena para podernos despedir tranquilamente y seguir hablando de cuentos y lenguas, ahora ya relajados y satisfechos después de dos días de trabajo tan intenso.

conclusión
En ANIN nos llena de satisfacción el éxito de )babel( 0.1: organizar un evento de estas características era algo nuevo para nuestra asociación, y ha sido todo un aprendizaje. Creo que el presente informe da bastantes pruebas de las posibilidades que ofrece el proyecto. Por supuesto, aún queda mucho por recorrer, pero parece que hay ganas de seguir adelante.

Esperamos que este primer paso haya generado las sinergias suficientes como para que el proyecto crezca y se multiplique. Hay ganas de seguir explorando, quizás en otro entorno lingüístico, por ejemplo, monolingüe, y en otro contexto de narración, por ejemplo, donde prime la narración tradicional en lugar de la escénica. ¿Para cuándo un )babel( 0.2?

Parece que en APAC ya están pensando en organizar un laboratorio en 2018. Por nuestra parte, en ANIN hay interés en formar un grupo de trabajo )babel(, pues ya han surgido propuestas de colaboración con entidades locales que trabajan con la diversidad lingüística. Ojalá alguna de estas instituciones se anime a acoger el proyecto para que pueda crecer de forma sostenible. Y también se han empezado a perfilar colaboraciones entre algunos participantes, que era uno de los objetivos de ANIN para abrir y dar alas al proyecto.

Agradecemos a todos los participantes por su entusiasmo y generosidad, y les animamos a mantenerse el contacto con el equipo )babel(0.1 para continuar compartiendo impresiones sobre lo experimentado, y su aplicación en su entorno de narración.

También esperamos que este informe despierte el interés en otros narradores u asociaciones de narración y que se unan a compartir experiencias en el ámbito de la narración multilingüe, pues si hay algo en lo que no cabe duda es que el futuro está en la colaboración.

algunas reflexiones de los participantes
He aquí algunas reflexiones que nos han hecho llegar algunos participantes del laboratorio )babel( 0.1.

Simone Negrin (MANO)
«El taller me pareció estupendo, y así también lo hemos comentado con Andrea y Brigitte. Me parece, como te comenté la última noche, que fue más allá de la traducción y que se trató de verdadera creación artística con los idiomas como materia prima. Y por la mínima experiencia que he tenido como traductor, me parece lo más acertado para dar al público un espectáculo entretenido. Claro está que supone que la persona “titular” de los cuentos tiene que desprenderse de ellos y de alguna manera sacrificarlos en pos de una nueva puesta en escena. Pero por otra parte, la traducción en sí rompe todos los climas, ritmos y musicalidades que damos a nuestros cuentos, así que me parece una dirección casi obligada. Respecto a la organización del taller, me ha parecido estupenda. La única corrección que haría es la que ya se comentó allí mismo: invitar a l@s participantes a que propongan, trabajen y expongan piezas muy cortas, para poder comentarlas, reelaborarlas y modificarlas en el momento, incluso marcando el tiempo de manera estricta como en el caso de las ponencia. Por lo demás, ¡me encantaría repetir la experiencia!»
[A continuación, Simone nos habla de una experiencia de narración y traducción la semana siguiente al laboratorio con Martin Manasse, en el Libertad 8 de Madrid, donde Martin contó en inglés y Simone Negrin y Elena Pérez en castellano.]
«En cuanto a la experiencia con Martin, fue más bien una corroboración de lo que te acabo de decir, porque se trató más bien de una traducción “clásica” repartida entre Elena y yo. Las dificultades mayores fueron la falta de tiempo para poder montar algo diferente, el hecho de que Martin no entendía prácticamente nada de lo que nosotros decíamos en español (que hacía que cualquier guiño o juego pudiese parecer una burla hacia él), y su propia propuesta, que iba encaminada a lo que al final fue, es decir, una traducción tradicional. Habiéndole escuchado por la mañana en casa, yo lo hubiera dejado actuar sin traducción la verdad, ¡era mucho más bonito!»

Irma Helou (APAC)
[Notas sobre el laboratorio )babel( 0.1 de APAC]
«17 participants, 10 pays représentés, 8 langues, français, arabe, gun (du Bénin), galicien, catalan, espagnol, anglais, allemand. Nous avons travaillé par groupes de deux, trois ou quatre conteuses. Nous avons travaillé dans un premier temps à effacer les rôles entre narratrices  et traductrice, pour arriver à un travail artistique incluant la traduction. Nous avons ensuite présenté les travaux au reste du groupe qui a fait des retours. Nous avons terminé par une table ronde ouverte au public du centre d’animation Pati Llimona qui nous accueillait. La bienveillance de tous et tous les participants, dans l’esprit des Actes Collectifs de l’APAC,  a permis aux expérimentateurs de laisser libre cours à l’exploration et des propositions très différentes ont ainsi été présentées. Nous avons questionné la position de la conteuse et celle de la traductrice, rôles clairement distribuées ou glissement de l’un à l’autre, frontière invisible. Nous avons exploré les options de jeu, comment garder l’attention du public sans perdre l’esprit et essence du conte.
Lors des premiers AC « conte et traduction » il est apparu que l’option traducteur neutre traduisant phrase par phrase est très ennuyante pour le spectateur.
Mais attention, l’histoire doit être respectée ( à moins de faire le choix de raconter deux versions de la même histoire, ou la même histoire sous des points de vues différents). Dans tous les cas il faut nous pouvons facilement faire des propositions qui rendraient la compréhension  difficile. Nous avons travaillé des contes merveilleux, facétieux, randonnées, mythes… parce qu’il apparaît évident que la forme choisie et le jeu de traduction sont fonction du genre de conte et du style de la narratrice. La traductrice doit être fidèle au conte et au parti pris de narration du conteur. La traductrice est au service de la conteuse et de son spectacle. Nous avons travaillé le rythme, faire le choix du contraste ou même rythme conteuse/traductrice?
Le contre-masque est toujours efficace pour un effet comique. Deux énergies identiques donnent plus de poésie. Nous avons travaillé l’expression corporelle, la possession et l’occupation de l’espace. Les corps parlent et traduisent aussi pour faire comprendre au public. Nous avons vu comment la « chorégraphie » des déplacements peuvent nourrir l’histoire plutôt que d’enfermer l’imaginaire du public, il ne s’agit donc pas de mimer ou de répéter par le geste ou le déplacement ce qui est déjà dit. Nous avons travaillé en groupes de deux ou trois et nous est apparue la différence entre raconter la même histoire à plusieurs et en plusieurs langues et une histoire traduite par un autre narrateur, dans ce dernier cas le traducteur est au service de la narratrice. Pour arriver à une symbiose narratrice/traductrice, l’écoute est primordiale. L  n’improvisation, la réactivité, la créativité en découlent.
Nous avons remarqué que l’écoute entre le conteur et le traducteur amplifie l’écoute du public.»

 Andrea Ortuzar (MANO)
«El taller en el que participamos me ha encantado, todo lo que se ha creado y compartido en ese fin de semana en Barcelona fue muy rico. A diferencia de la experiencia que tuve de contar en una ONG, aquí en Madrid, era traducción pura y creo que era algo más formal. Yo he estado dándole vueltas, pensando en cómo se podría llevar a cabo lo aprendido con los emigrantes. Y pensé que sería una herramienta muy buena para compartir y concienciar, aunque no sé si esto que te comento suene raro.
A mí me gustaría poder utilizar esta herramienta en los colegios, para tratar temas sobre la emigración, el racismo y también hablar el tema de los refugiados. Me gustaría poder llevar gente que cuente en su lengua, algún cuento de su tierra y que otra persona pueda traducirlo y después hablar acerca de la experiencia de esta persona, sin intermediarios, de forma directa, para que el curso entero pueda tomar conciencia de lo que es emigrar.
Esto es lo que me gustaría poder trabajar, creo que primero habría que trabajar con los emigrantes, hacer un taller para trabajar distintas áreas: lo corporal, la voz, hacer juegos, hasta llegar a contar en dos lenguas, preparar una historia entre dos compañeros, así como lo hemos hecho nosotros. Me gustaría llevarlo por ese lado. Espero estas reflexiones sirvan. Un abrazo Susana.»

Martin Manasse (Society of Storytelling)
«The primary purpose of the Barcelona visit was to attend a two-day event entitled “Babel” and described as a laboratory to explore multi-language storytelling. This was the brainchild of two organisations, ANIN and APAC from France. Some sixteen participants from various countries worked in twos and threes exploring stories in more than one language, predominantly Spanish, Catalan and French. There was a smattering of German and some English from me plus an African language from a storyteller from Benin. It was amazingly refreshing to be involved in an international event where English was not the leading language. We had a wonderful time, learned a lot, discovered to nobody’s surprise that working in threes was exponentially more difficult than work in twos and before we broke up there was already talk of the possibility to run another “Babel” in another country in the future. The final session was a public event in which we performed some of our work and there was a “round table” discussion involving members of our group, other visiting tellers and a researcher in to languages as well as the audience. Particular thanks to the founders and animators of the event, Antonietta Pizzorno from APAC and Susana Tornero from ANIN

bibliografía
 Narrar en tándem, Tim Bowley (artículo), boletín AEDA, marzo 2017
Team up! Tell in Tandem!, Jonatha Hammer Wright, Presto & Us Storytelling Publications 2010
Tell The World – Storytelling Accross Language Barriers, Margaret Read MacDonald, Libraries Unlimited, 2008
The origin of language, Merrit Ruhlen, John Wiley & Sons, 1994
Un món de llengües: entendre la diversitat lingüística, John Edwards, Aresta, 2008
Multilingualism – Understanding linguistic diversity, John Edwards, Routledge, 1994

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