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el viaje

13/05/2020 - blog

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Os pido disculpas por este largo silencio. Como en muchos cuentos tradicionales, me ha tocado emprender un viaje y superar numerosos obstáculos. No ha sido fácil. Afortunadamente en mi camino se han cruzado todo tipo de seres extraordinarios que me han ayudado, ya sea con un consejo, un don, un objeto mágico o buena compañía, tanto de cerca como en la distancia. Gracias a ellos y a mi confianza en la maravilla, finalmente hace ya unas semanas que llegué al lugar exacto y en el momento preciso, como el caracol a las cerezas (podéis leer el cuento aquí).

Esta situación, la propia y la del confinamiento, me ha recordado una vivencia de hace años en la Biblioteca Poble Sec – Francesc Boix de Barcelona, y que me confirmó en cierto modo los beneficios del cuento maravilloso especialmente para personas de 5 años en adelante. Y digo esto porque a menudo tengo la sensación que los cuentos populares se perciben como un entretenimiento banal, cuestionable desde un punto de vista educativo, y sin otra utilidad que mantener quietos a niños muy pequeños, lo cual me da mucho que pensar sobre una inquietante forma de valorar no solo a los cuentos, sino también a los niños.

No sé si es debido a ello, o quizás a una especie de ansia de algunos progenitores por llevar a sus hijos a actividades para niños más mayores que no acabo de entender, el caso es que en los últimos años la edad del público infantil en las bibliotecas se ha ido reduciendo hasta tal punto que en las sesiones anunciadas para niños de 5 años en adelante sueles acabar adaptando los cuentos para bebés, dejando a los demás huérfanos de cuentos, o peor aún, con la sensación de que los cuentos no va con ellos.

El día del que os hablo, en cambio, el público era un grupo de niñas y niños de entre 6 y 10 años que hacían preguntas, querían saber lo que sucedía, se emocionaban con el cuento… y yo con ellos. Era un cuento trufado de gigantes y dragones, con un protagonista pobre, pequeñito y frágil.

Un buen cuento siempre plantea un conflicto, y os aseguro que el protagonista de la historia estaba en un buen lío. De pronto, uno de los niños, que estaba muy metido en la historia, me preguntó, preocupado:

―¿Acaba bien?

Y antes de que yo pudiera reaccionar, otro niño, un poco más mayor, le respondió muy seguro:

―Sí, los cuentos siempre acaban bien.

―¿Ah, sí? ―pregunté yo, divertida. Y el más mayor siguió:

―Bueno, primero parece que todo va mal, o muy mal, pero al final siempre acaban bien.

Su respuesta me fascinó. A menudo tengo que lidiar con padres preocupados sobre los traumas que puedan sufrir sus hijos por escuchar cuentos donde aparecen monstruos, seres malignos y todo tipo de peligros. Me hubiera gustado que hubieran estado allí, escuchando este alegato a la resiliencia, para que vieran que sus hijos están en buenas manos con los cuentos tradicionales. Los niños más o menos a la edad de 5 años distinguen perfectamente lo que es un cuento y el mundo real, y es una pena que los adultos, en cambio, juzguen los cuentos desde la perspectiva del mundo real y, en cambio, no se den cuenta de que en esos cuentos, destilados con el paso de los años, late la experiencia de miles de personas que vivieron tiempos duros, y que de algún modo y salieron adelante inspirados por esas historias donde el frágil, el vulnerable, el que tenía que enfrentarse a un mundo lleno de peligros, salía adelante.

Para mí los cuentos populares son como una especie de simulador, un entorno seguro donde ganar confianza a la hora de enfrentar peligros, una guía que te ayuda a transitar sin miedo por el mapa de la vida. Y sin embargo, hay toda una tendencia pedagógica que se inclina por despojar las historias de peligros y problemas a fin de no traumatizar a los niños, como si borrándolos de los cuentos pudiéramos borrarlos de la vida real.

El argumento del cuento tradicional parte de un pero, de un conflicto, de una adversidad. Si no hay conflicto, si no hay problema, no hay lucha ni aprendizaje y, salvo algunas excepciones, tampoco hay cuento. Qué mejor manera de aprender que en un mundo donde todo es posible, incluso enfrentar los miedos más terribles, donde se pude entrar y salir de la historia en cualquier momento, para que el día en que vivamos tiempo extraños, podamos afrontar los peligros con resiliencia, un don que a veces me han dicho que poseo, y de ser así, seguro que me lo dio algún druida u otro ser feérico en uno los cuentos por los que transito.

El próximo miércoles 20 a las 11 de la mañana me podréis encontrar en el canal de Instagram de la Red de Bibliotecas de Barcelona contando dos cuentos más de la sesión «Bimbirimboo! 2a parte». No me dio tiempo a avisar de la primera parte, pero espero que haya más ocasiones para repetir esos cuentos… u otros.

Contar cuentos en directo por Instagram me produce una sensación extraña, pues la presencialidad que se produce es falsa: yo no puedo veros a vosotros ni puedo adaptar el cuento a un público reunido bajo el mismo techo, de modo que si tenéis alguna observación que ayude a mejorar la contada, os la agradeceré.

Serán dos cuentos de mar, esta vez de aguas frías. En el primero, procedente de las islas Orcadas, encontraremos a un protagonista pobre y vulnerable que emprenderá un viaje para enfrentarse a un monstruo, y en el segundo conoceremos a uno de los héroes de un pueblo que sabe muy bien lo que es vivir en condiciones extremas: los inuit. Me lo contó el explorador y antropólogo Francesc Bailón, y él lo escuchó a su vez en Groenlandia en boca de un inuk cazador del gran norte. Ambos pintados por Maribel Tornero, que cada día emprende un viaje no exento de peligros hasta la farmacia donde trabaja. Me gustaría que los aplausos de esta sesión se los dediquemos a ella.

miércoles 20 de mayo a las 11h
bimbirimboo! 2a parte: cuentos con kamishibai, historias con gusto de mar
sesión de unos 20 minutos en catalán
desde instagram: bibliotequesbcn_acasa
desde el ordenador: www.instagram.com/bibliotequesbcn_acasa/
la sesión podrá visualizarse a posteriori en el canal de bibliotecas durante 24 horas

cuentos por teléfono
solo tienes que escribirme a hola@susanatornero.com, proponer día y hora y decirme a qué lugares quieres o queréis viajar para que pueda elegir el cuento más adecuado de mi repertorio. ¡hasta pronto!

dónde ver y escuchar cuentos estos días
la asociación de profesionales de la narración oral en España ha confeccionado esta lista para cuando os pique el gusanillo de ver y/o escuchar cuentos.

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