De cuentos en Conakry
05/04/2011 - blog
Primeras sensaciones al aterrizar en Conakry: el calor, exuberante e insistente; la música, en la radio y en la cadencia de la lengua local; la gente, que cuando sonríe es como si se encendiera la luz…
Llego a Conakry invitada por la Embajada de España para inaugurar las actividades culturales, con la maleta llena de cuentos, palabra que se me antoja mágica, pues al nombrarla, todo el mundo abre los ojos como un niño.
He aquí unos breves apuntes de lo que han sido estos días.
Jueves 31 de marzo. Por una sala fresquita y alfombrada del Lycée Albert Camus de Conakry van desfilando todos los alumnos del centro, y les presento a Patufet, el serpentón mágico, la piedra que hace sopa, el rey cristiano y el rey moro que buscan la Hermosura del Mundo, el zorro Lukito… Cuentos de toda la geografía española y más allá. Los personajes de los cuentos rompen el hielo y empiezan a parlotear en francés. Cuentos de aquí que resultan ser de allí, y viceversa. Un público atento al menor gesto, que repite con entusiasmo las canciones, pregunta, bebe las historias con los ojos. Para acabar, les tengo reservada una sorpresa: una historia de la sesión de cuentos haitianos que estrenaremos con Catherine Favret en el CaixaForum de Barcelona el próximo 16 de abril. Todos se vuelcan en la historia con entusiasmo, repiten el krik y el krak hasta la saciedad, e incluso imitan el baile de la mariposa o el canto de Ma Beauté. La directora del Lycée, Anne, me comenta que se ha sentido transportada a la Guyana, donde vivió muchos años y asistió a sesiones de cuentos a la orilla del rio, bajo un frondoso flamboyán, donde la gente del pueblo utilizaba los cuentos para resolver sus problemas domésticos y comunales.
Después de charlar un rato con el equipo del Lycée y agradecerles su fantástica acogida, me acompañan a la salida, atravesando el patio de la escuela, y algunos niños al pasar corean la canción de Ma Beauté. Unos dragones de color gris y naranja que corretean por el patio mueven la cabeza como si saludaran.
Viernes 1 de abril. Al ofrecer una sesión para las escuelas públicas de Conakry no contaba con el problema del desplazamiento. La inexistencia de una red de transporte público hace que a la gente le sea muy penoso desplazarse de un lugar a otro. Los coches abarrotados colapsan las calles y los embotellamientos son constantes. ¿Qué hacer para llegar al mayor número posible de niños? Afortunadamente, el equipo de la Embajada de España había pensado en todo: tras una intensa labor con mediadores de la infancia e instituciones del país, se consiguió una sala en la RTG, la televisión guineana, con capacidad para acoger a 400 niños. Asimismo la embajada puso a disposición de las escuelas autobuses para facilitar su desplazamiento. Tarea difícil, contar en un plató de televisión, desconcierta que alguien te vaya a ver más tarde, en otro lugar, en otro momento, cuando tú no estés. Así que intenté concentrarme en el aquí y el ahora, y poco a poco todos fuimos saliendo de donde estábamos para entrar en el cuento, cantando y contando juntos.
“Madame, c’est bien passé!” me dijo un hombre del equipo de sonido, con una sonrisa de oreja a oreja. Parece que los cuentos también llegaron detrás de las cámaras. Y la suerte también nos sonrió, pues al día siguiente pudo emitirse la sesión en una hora en que los cortes de luz fueron escasos, todo un regalo de la fortuna.
Así que los cuentos llegaron lejos, muy lejos, sorteando incluso los embotellamientos, como la serpiente voladora que transportó a Bâ-Wâm’ndé por los cielos, un hermoso cuento iniciático peul que me acompañó estos días.
Sábado 2 de abril. Llego al Centre Culturel Franco-Guinéen de Conakry, el meollo de las actividades culturales de la ciudad. Consciente ya de los problemas de transporte de la ciudad, me sorprendió encontrarme con una sala (con una acústica excelente, por cierto) donde me esperaban más de doscientas personas, la mayoría niños, dispuestos a escuchar cuentos. Desde luego, la labor de difusión de la embajada y el centro cultural dio sus frutos. Y empezamos con los cuentos. Me encontré ante un público entusiasta, con ganas de participar, de cantar, de reír. Curiosamente, eso que tanto nos cuesta al público europeo, soltarnos y seguir el juego a la historia, repetir los sonidos y las muletillas de los personajes, corear las canciones, el público guineano lo hacía de natural, así que la sesión se convirtió en un juego en el que no os sabría decir si era yo quien contaba el cuento o si eran ellos quienes me lo contaban a mí. Al finalizar la función, después de los aplausos, me emocioné cuando la gente coreó “Oé, oé, je suis Ma Beauté” para despedirse. Y es que Ma Beauté fue el cuento estrella en todas las sesiones, por una razón que yo desconocía y que me desveló la directora del Musée National, Hadja Kadé Seck: “Es que esta historia también la contamos aquí”. Bien puede ser que este cuento salió un día de Guinea rumbo a Haití. Quien me iba decir a mí que esta tonada, que surgió un día así, de improviso, devolvería un cuento a su lugar de origen.
Me fui de Conakry cargada de sonidos, colores, olores y sabores que creo que no olvidaré nunca. Dicen que pocos aman Conakry a primera vista, pero pocos son quienes la abandonan sin lágrimas en los ojos. No lo pongo en duda. Nada más aterrizar en Barcelona, ya añoraba el calor, la música y la gente, en incluso los embotellamientos.
Gracias al excelente equipo humano de la Embajada de España en Conakry, muy especialmente al Primer Consejero Patricio Rumeu y al Canciller Benjamín Micó, no sólo por cuidar hasta el último detalle para que todo saliera a la perfección, sino también por hacerme sentir como en casa y darme la oportunidad de compartir tan buenos momentos con el público guineano.
Me emociono al leer esto, Susana, enhorabuena por tener el coraje y la generosidad de seguir el dictado de tu alma… Espero que la vida te depare muchas experiencias como ésta, te las mereces.
Un abrazo enorme,
Eva
Conakry engancha: su gente es maravillosa y los niñ@s encantadores!
Gracias Eva! Y que estés ahí para compartirlo, eso es lo mejor. Un abrazo enorme y espero que nos veamos pronto!
Susana
Tienes toda la razón, Pedro, la gente allí es todo sonrisas, y de eso tú si que sabes, pues ya eres casi de Guinea 🙂
Un abrazo y gracias otra vez por descubrirme la vidilla musical de Conakry! El concierto del maestro Barry en el EcoNet fue de lo mejorcito que he oído en mucho tiempo.
Un abrazo desde Barcelona!
Preciosas líneas en las que puedo ver lo mucho que difrutaste en esta nueva experiencia, de todas y cada una de las vivencias, sin perder detalle alguno: lagartos multicolor que saludan a los que pasan, embotellamientos que al final no resultan una traba para que tus palabras alcancen a muchos otros oidos ávidos de exóticos relatos, manos amigas que tienden puentes, descubrimientos.
¡Enhorabuena campeona!
Un abrazo grande y hasta pronto,
Rosa
Muy interesante lo que haces te animo para que sigas así.Quien tuviera unos años menos para acompañarte.Desde Balanegra ánimo
Vicente
Gracias, Rosa, ha sido un viaje lleno de descubrimientos, el mundo es grande y hermoso. ¡Besos!
Hola Vicente, gracias por los ánimos. Si voy por el sur, aviso, que tengo pendiente venirme a contar por Andalucía. ¡Un abrazo grande desde Barcelona!